El
último fin de semana de octubre se ha hablado en Asturias, orígen de la
reconquista, de dos grandes
preocupaciones actuales en nuestro país: el desafío soberanista catalán y el
desencanto ciudadano por los muchos casos de corrupción en casi todas las
instituciones y partidos, que provoca la desafección a la política y a quienes
la ejercen, lo hagan o no con acierto.
La
corrupción, entendida como el abuso del poder para beneficio personal,
desencanta a la gente normal, siendo urgente y necesaria una "conciencia social más crítica y
exigente hacia las instituciones. La corrupción solo engendra
desencanto, pesimismo y desconfianza" (Felipe VI dixit).
Por eso me parece digna de
agredecer la existencia y tarea que viene desarrollando la Fundación Ciudadana
Civio (www.civio.es), una organización sin
ánimo de lucro, creada y compuesta por ciudadanos activos, participativos y con
una fuerte responsabilidad democrática, que trabajan para que exista una transparencia
real y un libre acceso a los datos públicos por parte de cualquier ciudadano u
organización en nuestro pais.
Fundación Civio ha
investigado y publicado antes sobre los indultos, decretos y nombramientos que
aparecen en el BOE, incendios (http://fersolisfer.blogspot.com.es/2013/12/quien-quema-el-monte.html),
y ahora se dispone a hacerlo sobre la contratación pública, comenzando con los
contratos de obra civil, por su especial sensibilidad como lugar de encuentro
del 3% de quita catalán, de los sobres color Bárcenas, de las revisiones de
precios de última hora al alza en tantos y tantos contratos públicos, etc. El
objetivo último será reclamar más transparencia con el dinero público en los contratos de todo tipo, no sólo de
obra pública: seguridad, limpieza, servicios sociales, licencias de software,
aguas, combustibles etc, abarcando finalmente también a las concesiones y subvenciones
administrativas.
Qué constructoras se han
llevado más contratos, cuáles suponen cantidades millonarias, quiénes están
detrás de las inversiones en ladrillo públicas y cuáles son los vínculos de
esas empresas con la política, toda esta información se publicará en una página
web con visualizaciones, casos concretos e historias periodísticas. También
incluirán manuales didácticos para explicar cómo funciona la contratación
pública en España y que las leyes la regulan.
Fundación Civio pretende
reclamar que se publique el coste final de los contratos de obras (cuyo
presupuesto inicial se infla con frecuencia a mitad de proyecto) y también
todas las facturas relacionadas con estos contratos, como se hace en otros
países con mayor grado de transparencia contrastada, como Reino Unido.
Para desarrollar este
nuevo proyecto ¿Quién cobra la obra? e iniciarlo en 2015, Civio ha puesto en marcha un proceso de crowdfunding (8 a 12
mil euros), para bucear entre documentos, portales de contratación y, si es
necesario, utilizar páginas de pago o investigar en el registro en papel del
BORME, que sólo está digitalizado desde 2009.
¿Quién cobra la obra?
pretende atraer a los ciudadanos interesados en noticias e información sobre
contratos públicos o aprender más sobre cómo funcionan, a los ciudadanos preocupados
por la corrupción y el despilfarro, y a
periodistas, investigadores u organizaciones sociales, que tendrán toda esta
información a su alcance, en formato abierto, procedente de fuentes oficiales y rigurosas.
La gente normal, la gente
corriente detesta el clima de chanchullos y tejemanejes que se ha generalizado
en nuestro día a día y urge una limpieza democrática urgente, ¡a todos nos toca
arremangarnos y agarrar el balde y la fregona!. Y Fundación Civio ha empezado.
A tiempo, pues los
inversores internacionales vuelven a tener apetito por financiar el sector de
las infraestructuras y del ladrillo en España.
http://www.elperiodicoextremadura.com/noticias/opinion/quien-cobra-obra_836597.html