Recuerdo una clase de Naturales
en la que el profesor aclaró que las sequoias, o secuoyas, no eran árboles
gigantes que se fueran buscando para horadar túneles en ellos, respondiendo al
alumno que dijera previamente que eran especies por las que cruzaban
carreteras. La finalidad de algunas de las construcciones o instalaciones
humanas modernas puede no buscar la funcionalidad o la resolución de alguna
necesidad o problema sociales, o deberse a una deficiente planificación
(aeropuertos sin aviones, autopistas sin vehículos, edificios de diseño
insostenible, megaoficinas sin ocupantes, equipos sanitarios embalados en
sótanos etc.)
La historia también nos ofrece
claros ejemplos de grandes construcciones con justificaciones originales
dispares, más individuales que colectivas: Pirámides egipcias, el Taj Mahal, la
Torre Eiffel, el Valle de los Caídos, etc. y que luego han devenido en
“maravillas del mundo mundial”, premios de diseño arquitectónico y objeto de
peregrinación, deviniendo el turismo de masas un nuevo e interesante motivo
para construir “maravillas” en la era de las vacaciones pagadas a plazos. El
impacto ambiental puede ser causa de obras y construcciones con un impacto
económico que nos hipotequen de por vida; evitar esa consecuencia sería la
razón por la que las administraciones desecharon hacer un túnel en la Sierra de
la Mosca cacereña para la construcción de la esperada Ronda Sureste, porque el
coste de mantenimiento pesaría como una losa en el presupuesto municipal y
consiguientes tributos a pagar por los vecinos.
Veamos, siendo necesarios muchos
aparcamientos en Cáceres (centro,
Fratres, Nuevo Cáceres, casco
histórico…..), dudo si la opción subterránea
es la idónea desde el punto de vista de la viabilidad y sostenibilidad,
habida cuenta de nuestras características geo y demográficas, mas allá de que
mi sentimiento cacereñista me invite a pensar que hay que tener un parking
enterrado para ser una ciudad moderna que se precie. Se me ocurre esta
reflexión al hilo del anunciado parking a construir en el subsuelo de la
cacereña avenida de Primo de Rivera, en el que la empresa concesionaria por 40
años venderá o alquilará las plazas de garaje que pueda y ofertará el resto a
cambio del pago tarifario.
Aún cuando las futuras obras sean
complicadas y molestas para vecinos y usuarios de los servicios públicos,
profesionales y comerciales del centro urbano,
pues las excavaciones afectarán necesariamente al tráfico y circulaciones
de una amplia zona urbana, eso sería un mal menor, temporal y admisible, pero entiendo que los costes
elevados de construcción (dícense 4 millones de euros), mantenimiento y
explotación que debe suponer el proyecto harán que los concesionarios busquen
la viabilidad y sostenibilidad financiera vendiendo o alquilando gran parte de
sus 351 plazas a vecinos residentes, o inversores, con lo que no estaríamos
resolviendo el problema de aparcamiento para los que acuden al centro
para visitar sus comercios, empresas de
servicios, profesionales, administraciones públicas, etc.
Comentaba con mi amigo Dionisio la
propuesta que formuló hace algún tiempo un concejal cacereño, y que ahora sería una alternativa razonable
al parking subterráneo de Primo de Rivera:
hacer uno, superficial o mixto, en el lateral del Parque del Príncipe
que linda con la calle Jose Luis Cotallo y la avenida de Hernán Cortes; modificando esa propuesta original se
podrían construir un mínimo de tres plantas,
aprovechando el existente
aparcamiento de superficie. Está a menos de quinientos metros del
Edificio de Servicios Múltiples, su construcción sería menos costosa, molesta y
ruidosa ya que el volumen de excavación sería menor, y su explotación tendría
costes inferiores (en Mérida han construido varios aparcamientos de superficie,
uno de ellos similar al propuesto, aprovechando el desnivel en el cauce del
Guadiana)
Y yendo un poco mas
allá, ahora que el Cortinglés ha desechado el proyecto de Carmelitas, cabría
volver a pensar en otra utilización para el edificio del Múltiples, aprovechando
que la Junta lo quiere alquilar desde hace años. Esa sería buena ubicación para
un gran centro comercial, con cientos y cientos de aparcamientos construidos en
sus sótanos (ampliables), y los servicios públicos y Cáceres ganarían en todo, mediante una estrategia
urbana de futuro más ambiciosa que la peatonalización de una sola calle, combinando los usos posibles de los solares
de Múltiples-Hospital Provincial, patio de Carmelitas (opcional) y Parque
Móvil. Pero me temo que esto sonará a
ciencia ficción en mi Cáceres del alma.