martes, 30 de junio de 2015

ECONOMISTAS Y ECONOMIXTOS


La diversificación electoral incubada en España en los últimos años, y reflejada en los resultados del 24M15, han provocado cierto nivel de confusión y miedos (en gran parte provocados por las declaraciones apocalípticas de los que no quieren aceptar los nuevos tiempos) por la incertidumbre que origina la necesaria exploración de nuevos espacios de consenso político, y por los posibles relevos de protagonistas en el modelo de alternancia política y  estructura social vigentes desde 1978 (al menos).

Esta situación política nueva no es patente española:  el clamor y el hartazgo popular en todo el mundo han provocado el crecimiento de los niveles de abstención y un viraje importante del voto hacia opciones emergentes diversas que buscan nuevas formas de organizar la sociedad para universalizar la convivencia pacífica; y siendo distintas, la mayoría de estas opciones políticas, las nuevas al igual que las tradicionales, adoptan un denominador común: la Economía dirige y administra la actividad humana,  y construyen sus programas a partir de estas u aquellas políticas económicas basadas en célebres teorías de Economistas, Nobeles o noveles.

Independientemente del sesgo más o menos social, casi todos estos programas electorales innovadores consienten que la política siga relegada al papel auxiliar de colaboradora para que los engranajes del capitalismo globalizado no se detengan, en lugar de colocar a la actividad de representación democrática por encima de los mandatos de los mercados económicos y financieros, meros instrumentos humanos creados por la sociedad para procurarse bienestar, progreso y mayor calidad de vida. Reitero una vez más: la política económica ocasiona importantes consecuencias entre los hombres para ser decidida entre cuatro paredes; la democracia tiene, tendría, que decidir sobre ella.

Y claro, en este contexto de puja de los dogmas de fe económicos, los Economistas han cobrado protagonismo en los gabinetes, en las librerías y en las tertulias, sobre todo desde que alguien popularizó la Economía con lecciones para dos tardes;  las tertulias y los nuevos partidos emergentes han fichado Economixtos (políticos, economistas y algún listo), dando lugar a que las propuestas  alternativas económicas sean tildadas de peligrosas y descabelladas por parte de aquellos titulados en la ortodoxia económica, que defienden modelos de planificación económica más clásicos, de sota, caballo y rey ((pues oiga usted, con la que está cayendo, bien merece la pena inventar y probar soluciones nuevas. En cien años todos calvos (jejeje) Keynes dixit)).

La Economía no es una ciencia exacta, sino una disciplina de las sociales, con interrelaciones y consecuencias subjetivas que van más allá del estudio teórico de las estadísticas macro del paro, inflación, déficit público, estancamiento, etc., pues provocan serios problemas de desigualdad, desesperanza y exclusión sociales que afectan individual y familiarmente a las personas, a los seres humanos, a nuestros abuelos, padres, hijos y amigos.

Además de la Teoría Económica de libro, que enseña como manejar las magnitudes macroeconómicas, aprendí de un Economista sin corbata que también hay que apoyarse en la Historia real más allá de la cláusula académica del ceteris paribus para localizar causas y efectos, para analizar, diagnosticar y contrastar los resultados económicos, políticos y sociales de las medidas implementadas, y para reajustar la terapia y dosificación hasta conseguir eliminar reacciones adversas en la vida diaria de las mujeres y de los hombres.

«Si no puedes explicar las grandes cuestiones económicas de forma que los jóvenes las puedan entender, es que ni tú mismo las entiendes.» Yanis Varoufaki (Economista, griego y calvo).

A modo de corolario, la vida no ha de ser una continua campaña electoral, y el narcisismo mesiánico no nos conduce a la infalibilidad, y menos en algo tan subjetivo, humano y manipulable como es la actividad económica.

 http://www.elperiodicoextremadura.com/noticias/opinion/economistas-economixtos_879434.html
http://laaldaba.es/pdf/laaldaba/120laaldabajunio2015.pdf