jueves, 24 de julio de 2014

LA ONU O EL ARTE DE LA HIPOCRESIA


El conflicto en Gaza y sur de Israel se recrudece día a día. El ejército israelí y los  cohetes lanzados desde Palestina amenazan la vida de los ciudadanos civiles. El número de víctimas crece, al mismo tiempo que se destruyen casas, hospitales e infraestructuras

Ban Ki-moon, Secretario General de ONU, denunció ayer que una escuela de Naciones Unidas en Gaza sirvió de almacén de cohetes, luego desaparecidos, poniendo en riesgo la vida de niños, de trabajadores de la ONU y de cualquier persona refugiada en la misma. El Comité de Cruz Roja Internacional también ha condenado el bombardeo del hospital de Al Aqsa (en Deir El Balah) cuyas instalaciones y equipamientos médicos han sido dañados.

 
 

 

En esta ocasión, el consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas ha acordado enviar una comisión para investigar posibles violaciones de los derechos humanos y crímenes de guerra cometidos por Israel, con el voto en contra de Washington, que ha reiterado su apoyo a Israel "aún quedándose solos". El consejo también condena la violencia contra los israelíes y menciona a los dos civiles muertos por cohetes lanzados por Hamas.

La decisión llega 16 días después de que comenzaran las hostilidades. El balance hasta la fecha es de 670 palestinos y 34 israelíes muertos, (entre ellos, 147 niños y 74 mujeres). 3.504 palestinos han resultado heridos en Gaza, 110 niños y 1.153 mujeres. En Cisjordania se han registrado 95 heridos.  Y hay más de 100.000 desplazados.

La comisión examinará las operaciones militares israelíes "para poner fin a la impunidad y llevar a los responsables ante la Justicia". Al margen de EEUU, la resolución se ha aprobado en una votación con 29 estados a favor (países árabes, musulmanes y emergentes) y ¡¡17 abstenciones!! (países occidentales, encabezados por Francia, Alemania y Reino Unido).

Una vez mas,  los países que componen el Consejo de Seguridad de la ONU defienden intereses contrapuestos e hipotecan la actuaciones de Naciones Unidas en función de los mismos. Además de pretender el control estratégico de los recursos naturales del planeta, son los mayores productores mundiales de armamento (Estados Unidos, Francia, Reino Unido, China y Rusia)

Recordemos que el “negocio” de armas y municiones supone unos 1,5 billones de dólares anuales de gasto mundial. Con esta cantidad podríamos erradicar la pobreza del mundo entero, o proveer de una vivienda razonable, seguridad alimentaria, agua potable, condiciones sanitarias, electricidad, educación universal y cuidados de salud para todos los que carecen de esos servicios esenciales.. Pero... el afán de lucro manda. Hay mucho dinero implicado en la producción y comercialización de armas. Además, los productores de armas están también ligados a los mayores sectores de la economía mundial, como transportes, energía, comunicaciones y finanzas; si, los intereses militares son parte importante de la economía globalizada mundial.

El próximo 19 de agosto celebraremos el Día Mundial de la Asistencia Humanitaria,  y los países integrantes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas se reunirán y pedirán a la comunidad internacional mayores esfuerzos para preservar la vida de los civiles en los conflictos armados, y repetirán que los civiles (ancianos, mujeres, jóvenes y niños) suponen el mayor número de víctimas de las guerras actuales.

¿Hasta cuando los  países-señores de la guerra seguirán camuflando su hipocresía en la ONU para mantener los beneficios de sus corporaciones empresariales  a costa de masacres poblacionales y genocidios como el de Gaza ahora y anteriormente los de Siria, Darfur, Ruanda etc.?